NO TE DETENGAS, AVANZA SOLO AVANZA

Ser perseverante es ser permanente, constante, sin cambios, estable.

El esfuerzo no sirve de mucho cuando no hay perseverancia. Muchos comienzan algo pero no lo terminan porque no son perseverante, solo se esfuerzan al comenzar. Más importante es terminar algo que empezarlo. La perseverancia no es posible cuando nos falta amor y fe en Dios.

Sin estos dos requisitos, te esforzaras una semana o un mes, pero después caerás fatigado sin ganas de continuar. Para perseverar tenemos que aprender a esperar en Dios. “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas"(Isaías 40:30-31)

Un joven de veinte años quiso convertirse en un hombre musculoso. Empezó a ir al gimnasio para levantar pesas, pero después de un mes se cansó y dejó de perseverar por que decía él:

-Ya estoy un mes en el gimnasio y no saco nada de fuerza.

Si hasta ahora el hubiera perseverado, a estas alturas seguramente ya sería Míster Mundo.

¿Sabes cuantas batallas se pierden por no perseverar?

¡Muchísimas!

¡Cuántas veces, faltando poco para alcanzar una gran victoria en Cristo, hemos desmayado y el enemigo logró su propósito solo por nuestra falta de perseverancia!

El que persevera en Cristo vencerá a pesar de las dificultades.

Dios no usa jóvenes creyentes que sean inestables, que un día están en su casa de oración y al siguiente en un baile, o que piensan que el cristianismo es solo para unas semanas o meses y al encontrarse con un chico o chica inconverso lo dejan todo y "tiran la toalla “en los caminos del Señor...

Joven, si quieres ser usado por Dios en al alabanza, predicación o servicio, entonces persevera.....

DIOS CUENTA CONTIGO...